jueves, 21 de noviembre de 2013

Patatas Hasselback brutales

Hola a tod@s!

Para empezar, me presento. Soy Guillem, lector habitual de este blog y, por suerte para mi, catador de las recetas y creaciones culinarias de Natalia. Os prometo que los platos y postres que voy probando son tan o más deliciosos que el buen aspecto que se aprecia en las fotos publicadas...

Pues bien, aunque nunca había pensado en escribir un blog, siempre he tenido afición por la gastronomía, ya sea preparándola o dando buena cuenta de ella. A veces, cuando aprovecho una ocasión para hacer algo especial, le digo a Natalia que podría poner eso en el blog, y su respuesta es siempre: "Por què no escribes algo para el blog y te lo publico?" Así llevamos por lo menos desde julio, y hoy me he quitado la pereza de encima para escribir algo.

En este caso, os presento la última receta nueva que probamos, las fuckin Scalloped Hasselback Potatoes, o las brutales Patatas Hasselback. La descubrí en una página de Facebook que se llama 'The Idea King', donde se suelen publicar, entre otras cosas, recetas con un gran impacto visual. Al ver esa delicia letal esperé la llegada de una ocasión para cometer este crimen culinario (víctimas: las arterias). Ésta llegó para una cena de la Castanyada, que se celebra en Catalunya y otras partes de España el 31 de octubre, la Vigilia de Todos los Santos, o Tots Sants. Además de panellets y castañas, este año probamos este plato, y tuvo bastante éxito.

Entrando ya en materia, este plato recibe el nombre del sitio donde fueron inventadas, el Hotel Scandic Hasselbacken, en Estocolmo, Suecia, hace unos 70 años. Originalmente no eran más que patatas cortadas a láminas o escalopadas, y se servían como acompañamiento. En cambio, creo que la receta de hoy queda mejor como entrante. La receta que os presento está copiada del blog Tasty Kitchen, pero os propondré unas modificaciones al acabar la receta, que pienso hacer la próxima vez que prepare el plato.

Patatas Hasselback gratinadas
Ingredientes - 4 personas
  • 2 patatas
  • 100 g de mantequilla 
  • 300 g de queso Parmesano o Grana Padano (sin rallar)
  • Una pizca de ajo en polvo
  • Una pizca de sal
  • Aceite de oliva virgen extra
  • 100 ml de nata espesa para cocinar
  • 100 g de queso Cheddar naranja 
  • 100 g de Sour Cream o crema agria 
Preparación:

Para empezar, os hablaré de los ingredientes. Quiero destacar algunas cosas. Hay que elegir una patata que se adapte bien al horneado, es decir, una patata que una vez cocinada sea blanda pero no se deshaga. He buscado y un buen ejemplo son las variedades Kennebeck y Spunta, patatas harinosas que pierden esa textura al cocinarlas. Cuándo las compréis imaginad si tienen algun lado más o menos plano o que aguantaría sin rodar.

Por otro lado, aunque aquí el naranja es el más frecuente, también se puede encontrar el Cheddar blanco. En este caso, el color naranja creo que es más molón.

La nata tiene que ser espesa porque en caliente aguante entre las láminas de patata y no pase directamente a la bandeja del horno.

En primer lugar, se enciende el horno a unos 200 ºC, en la posición superior e inferor. Se lavan bien las patatas y si encontramos algún punto feo, como por ejemplo, si esta un poco grillada, se quita sin miedo, ya que las abriremos bastante en canal y luego no se verá nada.

Podéis cortarle las alas a este pobre angel grillado, no sabe el infierno que le espera

A continuación, se corta a láminas finas, máximo de medio centímetro de grosor, pero sin llegar abajo del todo. Una buena ayuda es poner la patata encima de una cuchara de madera, así la propia cuchara nos hará de tope para no cortar hasta abajo. Aunque en la receta original lo hacen en el siguiente paso, creo que ahora es el momento ideal para echar un poco de sal y ajo en polvo entre las láminas.

Se hace lo mismo con la mantequilla y el queso Parmesano, y las láminas de estos ingredientes se van metiendo intercaladamente en los espacios que quedan entre las láminas de las patatas. Es más fácil cortar la mantequilla cuando está muy fría, así que metí la mía en el congelador media hora antes de empezar. A mi me costó bastante meter algo en todos los espacios, pero me esforcé en rellenarla al máximo, vale la pena!


Una vez rellena la patata, echamos un poco de aceite de oliva (es muy sano), y al horno!
Dependiendo de la patata hornearemos entre 45 minutos y 1 hora, hasta que pinchemos la patata y este blanda. En mi caso, tardó 1 hora bien buena.


Ahora viene lo bueno... Sacamos las patatas del horno, echamos la nata de cocinar por entre las láminas que se han abierto y encima un puñado de queso Cheddar rallado. Las gratinamos durante 10 minutos. Queso, mantequilla, nata y queso, qué más se puede pedir!


Pues si, aún se puede mejorar... Una buena cucharada de sour cream o crema agria bien fresquita nos dará un buen contraste y hará que parezca más ligera. Una opción sería decorar la sour cream con virutitas de bacon o jamón... Pero será otra en otra ocasión.

No sé como ha podido pasar, pero lamentablemente hemos perdido la foto que hicimos del resultado final. Tendremos que volver a preparar la patata para hacérsela.

Recomendaciones
En fin, a mi las patatas me encantaron, pero qué queréis que os diga, me gusta más el queso que la mantequilla, y el Parmesano aguanta muy bien 1 hora de horneado, pero la pobre mantequilla se deshace a los 10 segundos y pasa a formar parte de la bandeja del horno. Por lo tanto, la próxima vez pondré queso en todos los espacios, ya sea siempre Parmesano o en combinación con otro, y unos trocitos de mantequilla ya sea dentro o encima de la patata al empezar a cocinar.

Además, para una buena presentación se necesita una sour cream bien espesita. Cómo no la encontré en la tienda y me daba pereza prepararla, utilicé Créme frâiche, esperando un resultado parecido. En cambió, con el calor la crema fresca se fundió y escurrió. Estoy seguro que con una buena Sour Cream esto no habría pasado!

En fin, espero que os entren ganas de probar esta delicia light, que comía Keanu Reeves cada día en su dieta personal.

Keanu Reeves contento despúes de comer unas Patatas Hasselback

Nos vemos pronto en otra entrada!

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